EL SECRETARIO DE SALUD DE JALISCO.

Su nombre es Alfonso Gutiérrez Carranza y es --ahí donde usted lo vé-- el señor Secretario de Salud del Estado de Jalisco.

El sueldo de este secretario asciende a $ 132,526.00 al mes. Además, el presupuesto de egresos del gobierno del Estado tiene asignados para SU despacho $ 138,000,00 anuales por concepto de "alimentación para servidores públicos": $ 11,500.00 mensuales para gastarlos en pizzas, hamburguesas, chocorroles, hot cakes y demás comida chatarra. Las facturas por estos conceptos van desde $ 75.25 hasta $ 749.46 y todas tienen domicilios fiscales en la zona metropolitana de Guadalajara. Todas las facturas están a nombre de Servicios de Salud de Jalisco, y cada una está sellada y firmada con el visto bueno del doctor Martín Nuñez Molina, quien cobra como secretario particular de Gutiérrez Carranza. Además se incluye, con letra de molde, quién presuntamente realizó dichos consumos: en todos ellos aparece el nombre del señor secretario; a veces solo, en ocasiones con el de su secretario particular, y hasta de la directora de salud pública de la SSJ, Elizabeth Ulloa Robles -- háganme el chingao favor --; en otras ocasiones aparece acompañado de su director de Planeación, Arturo Múzquiz Peña.
Este podría ser el dialogo de una mañana cualquiera de un dia laborable: -- a ver Arturo, ponte a planear, pero ya , con qué bazofia nos vamos a llenar la tripa esta mañana. -- ¿qué te parecerían unas quince tortas ahogadas de las de la Güera?, o unas buenas seis raciones de birria muy picosita y con harto recaudo?, responde Múzquiz. -- qué? y nomás con éso?.
-- No, claro que no, eso es sólo para abrir boca, después nos aventamos dos pizzas hawaianas de las más grandes con reteharta piña, cuatro bigburguers (con poca mayonesa por aquello de la dieta), y de postre seis chocorroles, seis submarinos y ocho gansitos para amacizar. ¿cómo la ves?, ah! y tres jarras grandes de tepache!!. --ya vas mi planeador, pero dale velocidad que la cruda realidad me abruma.

El director de recursos financieros de la secretaría de salud de Jalisco, Fernando Delgado (se me hace que a éste nunca lo invitan) Aristi, reconoció que dichos consumos sí pertenecen al despacho del señor secretario: "el señor secretario también tiene que comer" , afirmó con gravedad.
Lo que sea de cada quien, esta frase del tal Delgado (al que nunca invitan) no tiene pierde y revela una sapiencia digna de mejor causa.

Pero yo, con todo respeto , "lanzo mis penas al viento" y pregunto así a la vida: ¿pues qué otra cosa es capaz de hacer este gran cabrón?.

Si me permiten, dedico con afecto este post a todos mis amigos "feisbuqueros".