viernes, 30 de octubre de 2009

EL REGIMEN DE CONSOLIDACION FISCAL.

Este régimen tan llevado y traído en estos últimos días y que ha generado malquerencias entre el Presidente Calderón y los dirgentes empresariales del país, permite el pago diferido del impuesto sobre la renta (ISR) producto de la disminución de pérdidas fiscales obtenidas por una o varias empresas de un grupo, contra las utilidades fiscales generadas por otra empresa dentro del mismo grupo.
El régimen de consolidación fiscal, tal y como se aplica hasta el día de hoy, proviene de una modificación del año de 1999 a la Ley del Impuesto sobre la Renta mediante la cual las sociedades controladoras sólo podrán incluir en el resultado fiscal consolidado una cantidad equivalente al 60% de su porcentaje de participación en el capital social de sus subsidiarias.

Con motivo de las diferencias surgidas entre los protagonistas (causantes y Presidente), el Secretario de Hacienda Agustín Carstens consideró necesario puntualizar las siguientes consideraciones (Terra México--Invertia--29 de octubre de 2009) : " la mayoría de las empresas mexicanas, de todos los tamaños, incluídas las grandes empresas, pagan sus impuestos y los pagan bien .... empero, como en todo universo de contribuyentes, hay también consorcios y empresas de gran tamaño que eluden dicho compromiso aprovechando espacios (lagunas diría yo) de la ley para disminuir al máximo posible sus contribuciones y en contra del espíritu de las mismas leyes. En ello consiste la llamada elusión fiscal que por sí misma no constituye un delito".
" Es un defecto de diseño de la ley lo que está permitiendo el bajo pago de impuestos... no es un problema de que las empresas estén mal auditadas o no cumplan con la ley. No confundamos el debate".

Si ésto es así, un defecto en el diseño de la ley, es a las autoridades fiscales a quienes corresponde hacer las modificaciones necesarias para que los --hasta ahora beneficiados-- causantes del impuesto sobre la renta queden obligados a contribuir con mayores porcentajes sobre las utilidades obtenidas, sin antes saltarles a la yugular y querer exhibirlos como delincuentes fiscales cuando lo que vienen haciendo es valerse de las deficiencias de las autoridades en la materia sabiendo que lo que no está específicamente prohibido por una ley, está tácitamente permitido.

La postura adoptada por Calderón me deja la impresión de que no es sino una cortina de humo más para distraer la atención de los mexicanos y continuar impunemente con sus transas y arreglos en lo oscurito con la oposición con miras a la sucesión presidencial de 2012. Y si no al tiempo.
Por lo pronto en los diarios de este día 30 aparecen ya pretensiones presidenciales de atemperar los resultados de sus exabruptos del día anterior.

Esperemos que Calderón reconozca no haberle atinado a la bacinica y vaya a querer desquitarse con Carstens que ha hecho una oportuna aclaración... aunque no debemos perder de vista que en función de su encargo es corresponsable de que no se haya propuesto corrección alguna que subsane las deficiencias legales que bien ha señalado.

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